Edo Kobayashi y su hermosa Ciudad de México
Bienvenido a la Ciudad de México de “Edo Kobayashi”. Únete, él te llevará fugazmente y por lo general en dos ruedas, por salones de vinyl, birria de barrio y alta cocina que irá formando su experiencia de la ciudad. Kobayashi muestra una ciudad que él mismo ha moldeado, dentro de cafés, cocinas y bares que ama. La fuerza discreta detrás de la creciente escena gastronómica japonesa en la Ciudad de México es Edo Kobayashi; restaurantero visionario que convirtió ideas valientes en un ecosistema culinario completo. Proveniente de migrantes japoneses, ha construido una constelación de restaurantes y bares que mezclan meticulosamente la tradición japonesa y la energía mexicana contemporánea convirtiendo la Cuauhtémoc en el “Little Tokyo” de la Ciudad de México. Desde deliciosos rincones de omakase, hasta bares de cócteles con toques de vinyl; más que servir comida, Edo está reinterpretando como México experimenta la cultura japonesa.
Por Edo Kobayashi @edo_kobayashi
Escrito por: Condesa Gin
Antes de reunirnos, Edo tiene su primer ritual del día: – café – un filtrado preparado con calma en casa. Con un ímpetu tan creativo y competente como el de Edo sabemos que no será su único café del día – pero sí el más tranquilo-. En la brisa todavía fresca de la mañana, nos encontramos con Edo en AParis16 un bistró francés atemporal que se encuentra dentro de un hermoso edificio en la Juárez construído por Mario Pani en 1956. Ordena lo de siempre huevos tibios que prepara con salsa Tabasco, sal y pimienta. Este lugar no ha cambiado su menú desde 1985 y personifica lo mejor de la ciudad: sin pretensiones, familiar y siempre ahí cuando lo necesitas.
Edo, viste de negro en forma minimalista y con su porte nato, nos platica las variantes en su día: Si el día necesita más verde, entoces está AEno con su ensalada de nopales y huevo pochado. Si va a ser una mañana de reuniones y llamadas, prefiere ir por un café a ACucurucho o al encuentro en: APanadería Rosetta.
En estos lugares aún encuentra el rinconcito perfecto para concentrarse: un lugar en donde puede trabajar rodeado de un delicioso aroma a pan y el ligero bullicio de la ciudad.
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02. Una tradición grabada en vinyl
Tomando café, Edo nos cuenta de su eterno amor por la música. Creció en una familia con herencia mixta nipona y mexicana. Cuando niño, su mamá reunía a la familia para disfrutar de su ecléctica colección musical: Hits mexicanos y joyas ocultas llenaban la casa, escuchar juntos se convirtió en una tradición familiar. En esos ayeres, Edo encontraría una recopilación de Grunge, música que como a muchos otros que crecieron en la Ciudad de México en los 90s, moldearon su juventud y dejaron una hermosa marca. No puede evitar que aparezca una sonrisa en su rostro.
Eventualmente se perdió en el infinito mundo del vinyl, descubriendo género tras género con curiosidad y reverencia, lo que desencadenó en la apertura de ATokyo Music Bar, un lounge en la Cuauhtémoc pionero en la escucha de vinyles estilo japonés.
Hoy, éste es un ritual que comparte con su hijo: fundas de vinyl, voltear y probar discos en la icónica tienda ARevancha_DF, creciendo su colección juntos y avivando la tradición familiar.
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03. En movimiento
Para Edo, la ciudad tiene sentido en movimiento. Hoy, su dirección la marca su bicicleta, es su medio de navegación en una ciudad habitualmente consumida por el tráfico. AREFORMA, la artillera central de la ciudad, alineada con luminarias del pasado, larga y recta, marca el ritmo del día y nuestra siguiente parada. Funge como una línea del tiempo del país, de sus victorias y de su increíble historia. Para visitantes en la ciudad, dos spots que valen la pena en esta avenida: El Monumento a Cuauhtémoc, el último gran gobernante azteca vencido por Cortés y el Monumento a la independencia, en donde se encuentran los restos de Miguel Hidalgo, el líder simbólico de la victoria en la guerra por la independencia.
Si no está en dos pedales, encontrarás a Edo deslizándose por la AROMA, AJUAREZ Y ACUAUHTEMOC en su patineta, esquivando banquetas rotas, vendedores ambulantes y turistas. La bicicleta le da velocidad y libertad; la patineta: cercanía con el asfalto. Entre las dos, encuentra su propia manera de vivir en forma armónica la caótica ciudad.
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04. Menos refinado… tal vez, pero igual de delicioso
A pesar de presidir algunos de los restaurantes más refinados de la Ciudad de México, el corazón culinario de Edo Kobayashi late igual de fuerte en las calles. Tiene un inmenso amor por los rituales de cada día. – esos momentos en los que el sabor se fusiona con algo inolvidable-. Un ejemplo perfecto sería su esporádica parada en la ALA BIRRIA ESTILO JALISCO en la esquina de Colima y Río de Janeiro, en donde tres tacos con todo siempre vienen acompañados de un sabroso caldo. Después regresa a APanadería Rosetta por café y un pan recién horneado. Parar por un taco es un ritual matutino sumamente placentero.
De noche puedes encontrarlo en los ATacos El Triciclo en Rio Nazas, cenando junto a los vecinos locales. O muy temprano por la mañana lo encontrarás buscando el alma de la ciudad en la APlaza Garibaldi, comiendo un pozole en ABeto y Lety, y con un poco de suerte le toca alguien interpretando a Juan Gabriel a todo pulmón.
La mezcla entre la simpleza de los puestos de la esquina y los sofisticados espejos culinarios de Edo lo hacen un chef igual de devoto por los tacos y la birria que por la elegancia de sus propios y aclamados restaurantes.
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AJalisco-style birria
ATacos el triciclo
Beto y lety
05. Una mesa abrazadora: Pujol, como en familia
Sentado comiendo su birria con el equipo de Condesa Gin recibe una llamada… es Daniel Núñez, head chef de uno de sus destinos culinarios favoritos (y del mundo): Pujol. Efusivamente nos invita a ir, – tiene algo que le encantaría compartir con nosotros-.
En esta ciudad que en ocasiones es abrumadora, existen lugares que se sienten como un refugio. Para Edo, y para algunas afortunadas personas, uno de esos lugares es APujol, en donde la hospitalidad se convierte en un ritual practicado y perfeccionado. El Chef Núñez se acerca y nos saluda como si fuéramos familia, abriendo esta cocina reconocida internacionalmente ante nosotros, acercando platillo trás platillo a la mesa. En este exótico, bellamente decorado espacio, cada visita es diferente; una cocina deslumbrante llena de detalles pero que aún así conserva la misma sensación: estar en casa.
Nota. Conforme las colaboraciones para City Guides crecen, hemos detectado una constante: Es encantador ver como el cruce de caminos con los profesionales más talentosos de la industria siempre es bajo una sensación de calidez, de gran apertura, de amabilidad y cordialidad. Todos buscan compartir, escuchar, sin pretensión, sin guardar secretos; sólo la pasión que los ha llevado hasta donde están. Estamos sumamente agradecidos por esto, por dejarnos compartir estas experiencias más allá de sus propios círculos.
Tras la última cucharada de arroz con leche, la conversación nos lleva a otro restaurante de alta cocina que aparece en su mente. Cuando el ánimo pide algo elevado, se dirige a AEm, del chef Lucho Martínez premio Michelin; el tipo de lugar en el que te quitas la chamarra, la pones en la silla y permites que la conversación se alargue igual que la noche. Cuando el alma pide un “reset”, nada lo hace en forma más honesta que los mariscos en AContramar. Y para una cita bajo el glamour de la usanza está un martini en ACipriani o el ASan Ángel Inn, eterno como una postal.
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06. Midiendo la noche
Tras la cena, la noche… explica Edo, sigue su propio ritmo. Frecuentemente comienza en ATicuchi, viento abajo o sube la marea en ATokyo Music Bar, el icónico lounge de Edo, que recientemente fue sede de New York con Condesa Gin (Radio Condesa Vol 16 by Tokio Music Bar, NBetween and Mr Melo disponible aqui).
Si el cuerpo comienza a moverse, iría a AMimi Disco; si lo que le invade es la calidez de un lugar conocido y el crujir de una aguja prefiere volver a casa, a su sala, a escuchar un buen vinyl. Un indispensable del camino es ABar Chaval de Juan González – un buen martini, ambiente amigable y buen convivio. Tengo familia ahí- comparte con una sonrisa.
Y para la mejor parte de la noche, cuando la ciudad toma ese brillo de after-hours, siempre está AClub San Luis; un lugar legendario en la ciudad de México que se siente atemporal y a la vez tiene cierta secrecía. Es en parte sumergirte, en parte baile, en parte sala para los creativos de la ciudad.
LUGARES MENCIONADOS
BTicuchi
BTokyo Music Bar
BMimi Disco
BBar Chaval
07. El día siguiente: paseo cultural por la ciudad
La mañana llega gentilmente, con filtros tenues de la ciudad y la neblina persistente de mezcal y disco. México cambia de forma con la luz del día; su ritmo se estrecha, sus bordes se desmarcan. Paseamos por el AMuseo Tamayo, dejando que la bella quietud del arte contemporáneo estabilice nuestros sentidos antes de entrar en AKurimanzutto, en donde el pulso creativo de la ciudad canta silenciosamente entre paredes blancas. Un vistazo a ALa Lagunilla y trae tesoros insólitos – chamarras, viejos trucos y nuevas historias- siempre acompañada de una parada en la ALa Librería del fondo, FCE, en donde el papel y la tinta se vuelven un nuevo refugio. Días así pueden llevar a Edo a AVans a comprar algo o a caminar un rato por el AParque de chapultepec. Más tarde, cuando el sol comienza a bajar y el día se termina de desenvolver, es tiempo de volvernos a reunir, esta vez alrededor del fuego en AKasina BBQ.
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08. Calidez Coreana: Minae y el fuego compartido
Llegamos a AKasina BBQ, una parrilla coreana que operan madre e hija en la Roma Norte. Más que un restaurante parece un punto de reunión. Un salón común con un fuego en el centro. Minae te da la bienvenida con una radiante parrilla, una sonrisa y un caldo que parece hecho para curar el alma. El aire canta con los sonidos de la carne cociéndose y risas suaves. Pinzas, platos y manos compartiendo en la mesa. El ritual se desenvuelve en gestos: pasar las hojas de lechuga, envolver el taco para la persona a tu lado, compartir el humo, la mesa, la comida y la atmósfera. Edo encuentra aquí un eco de lo que más valora: la comida como espacio de reunión, de bajar la guardia, de compartir genuinamente. Agradecemos a Edo por abrir este mundo, su mundo a nosotros, por las comidas, las historias y el fuego creativo. Le deseamos lo mejor en su brillante porvenir, sabemos que así será.
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Quickfire favorites
BAR FAVORITO PARA TOMAR CONDESA GIN
ABar Chaval — De la mano de Juan González, un bar íntimo donde el martini es religión y la barra, casa.
restaurantes favoritos:
APujol — El clásico contemporáneo de Enrique Olvera: sabores familiares que se renuevan en cada visita.
AEm — Fine dining sobrio y elegante, cocina de precisión.
AContramar — Punto de encuentro para mariscos, sobremesas largas y tardes de mezcal.
ALos Tolucos —Taquería tradicional de carnitas y barbacoa, en donde la esencia es la sazón.
AEl Danubio — Marisquería icónica del Centro Histórico, fundada en 1936.
El mejor spot para chillear en la noche:
en casa — Edo prefiere su sala, vinilos en mano, escuchando música como ritual nocturno.
El mejor spot para bailar:
AMimi Disco —Una pista retro-futurista que revive el hedonismo nocturno de la CDMX.
Comida callejera favorita:
ATacos el Triciclo — Bicis taqueras en la Cuauhtémoc: tacos callejeros con carácter.
ABirria estilo Jalisco– La esquina de Colima y Río de Janeiro: birria estilo Jalisco con caldo y tortillas recién hechas.
GALERIA FAVORITA
AMuseo Tamayo — Arte contemporáneo en diálogo con la modernidad arquitectónica.
AKurimanzutto — Galería contemporánea de la escena artística mexicana.
No preguntes, solo ve:
AGaribaldi — Pozole en Beto y Lety y el imitador de Juan Gabriel que hace llorar a todo el salón.
ALa Mascota– Cantina clásica en el Centro, donde cada trago viene acompañado de historias.
